El entrenamiento y el desarrollo, también conocidos por las siglas T&D, contribuyen a elevar la competencia de los profesionales. Además, representan una valiosa estrategia para inspirar, involucrar y retener el talento, ya que alientan a los empleados a progresar y alcanzar su máximo potencial.

Después de todo, preparar y calificar a las personas para los desafíos internos es una ventaja significativa en un mercado altamente competitivo, y uno de los enfoques más efectivos para lograr un alto desempeño es mediante inversiones en capacitación y desarrollo.

Sin embargo, cuando estos procesos están mal planificados o son llevados a cabo por personas no preparadas, es posible que no generen los resultados deseados o incluso generen altos costos para las empresas.

Por eso, en este artículo exploraremos todo sobre la formación y la mejora, sus particularidades, sus diferentes enfoques, cómo funcionan y algunas sugerencias para implementarlos con éxito en tu organización y en la gestión de personas.

¡Buena lectura!

¿Qué es el entrenamiento y el desarrollo?

En primer lugar, los principios de formación y desarrollo son bastante similares y complementarios, ya que ambos representan un conjunto de estrategias e iniciativas diseñadas para capacitar a los miembros del equipo tanto a corto como a largo plazo.

La necesidad de capacitación y desarrollo surge de la comprensión de que, incluso con educación académica, es crucial preparar a los profesionales para desempeñar sus funciones actuales de manera eficiente o adaptarse a nuevos puestos, independientemente de la carrera profesional elegida.

Esto se debe a que cada empresa tiene necesidades específicas, así como las propias personas, es decir, las acciones formativas contribuyen directamente a mejorar las habilidades de los empleados.

En consecuencia, es posible el ascenso dentro de la organización, ya sea a través de ascensos o cambios laborales, logrando resultados cada vez más favorables y alineados con los objetivos y valores de la empresa.

¿Cuál es la diferencia entre entrenamiento y desarrollo?

Entrenamiento

La iniciativa corporativa tiene como objetivo mejorar las capacidades, habilidades y actitudes del profesional en tareas específicas o para una posible promoción, es decir, la formación apunta a esta mejora.

Además, por su especificidad y enfoque en una competencia particular, se considera una práctica de corta duración, con resultados más rápidos. Así, este tipo de formación puede abarcar diferentes áreas, como liderazgo, comunicación, tecnología, ventas, gestión de proyectos y mucho más.

Por lo tanto, para que la formación sea efectiva es fundamental que esté diseñada de forma personalizada, teniendo en cuenta las necesidades y retos específicos de la empresa y de los empleados, identificar brechas de conocimientos y habilidades es fundamental para orientar los contenidos y actividades de la capacitación.

Al ofrecer programas de capacitación, las empresas demuestran preocupación por el desarrollo de sus empleados, aumentando la motivación y el compromiso en el ambiente laboral, ya que esto puede impactar positivamente en la productividad y la calidad de los servicios o productos entregados.

Por otro lado, la inversión en formación y desarrollo también aporta beneficios a los empleados, que se sienten valorados y tienen la oportunidad de ampliar sus conocimientos, mejorando su empleabilidad y sus posibilidades de progresión profesional.

Profesionales internos de la empresa o consultores externos especializados pueden impartir formación. En algunos casos, las propias instituciones educativas pueden ofrecer programas de capacitación para satisfacer demandas específicas del mercado.

Desarrollo

El proceso de desarrollo abarca una serie de pasos, comenzando por identificar las habilidades y lagunas de conocimientos existentes en los empleados.

Luego, la empresa prepara planes de desarrollo personalizados, que pueden incluir capacitación, talleres, cursos, coaching y mentoría. Sin embargo, es crucial que el liderazgo esté involucrado y comprometido con el desarrollo de su equipo, brindándole apoyo y aliento.

Además, es importante crear una cultura organizacional que valore el aprendizaje continuo y el intercambio de conocimientos entre los empleados.

Al invertir en el desarrollo de profesionales, la empresa obtiene varios beneficios, como una mayor motivación y satisfacción laboral, retención del talento, mejora de la calidad de los productos o servicios ofrecidos y mayor capacidad de innovación.

Sin embargo, es fundamental recordar que el desarrollo no se limita al ámbito profesional. El crecimiento personal también es una dimensión importante, ya que las personas más exitosas y equilibradas tienden a ser más productivas y resilientes.

Para garantizar la eficacia de los esfuerzos de desarrollo, se recomienda que la empresa realice revisiones y comentarios de desempeño periódicos, donde identifique áreas que necesitan mejora y establezca objetivos claros para el desarrollo.

¿Cuáles son algunos ejemplos de formación corporativa?

Conoce a continuación algunos modelos de formación frecuentemente promovidos por las empresas para mejorar las habilidades, conocimientos y desempeño de los empleados.

1. Desarrollo de habilidades directivas: Dirigido a quienes ocupan puestos directivos y de liderazgo, busca mejorar las habilidades de comunicación, toma de decisiones, resolución de conflictos y gestión de equipos.

2. Comunicación efectiva: Enfocada a mejorar la comunicación oral y escrita de los empleados, abarcando técnicas de presentaciones, negociación, feedback constructivo, correos electrónicos profesionales y escucha activa.

3. Diversidad e inclusión: Concientiza a todos los empleados sobre la importancia de la diversidad en el lugar de trabajo y la creación de un espacio inclusivo y respetuoso para todos.

4. Ética empresarial: Promueve la comprensión de los valores y principios éticos de la empresa, así como la responsabilidad individual y colectiva en el mantenimiento de un ambiente ético.

5. Seguridad en el trabajo: Tiene como objetivo garantizar que los empleados comprendan los protocolos y procedimientos de seguridad para prevenir accidentes y lesiones.

6. Habilidades de ventas: Importante para los equipos comerciales y de ventas, busca mejorar las técnicas de venta, negociación y atención al cliente.

7. Gestión del tiempo y productividad: Ofrece enseñanzas y consejos sobre la gestión del tiempo, estableciendo prioridades, evitando la procrastinación y maximizando la productividad.

8. Nuevas tecnologías y herramientas: Siempre que la empresa adopte nuevas tecnologías y herramientas, garantizando su uso efectivo.

9. Desarrollo de equipos: tiene como objetivo mejorar la colaboración y el trabajo en equipo, con un enfoque en construir relaciones saludables y productivas entre los miembros.

10. Resolución de problemas y toma de decisiones: Enseña técnicas para identificar problemas, analizar opciones y tomar decisiones informadas y efectivas.

Estos representan sólo algunos ejemplos de capacidades empresariales comunes. Sin embargo, vale la pena señalar que pueden variar dependiendo de las necesidades, tamaño y objetivos específicos de cada empresa.

¿Cuáles son los objetivos de la entrenamiento y el desarrollo?

La mejora profesional tiene varios propósitos y aplicaciones, y a continuación destacamos sus principales objetivos en las organizaciones:

Mejorar la satisfacción del cliente

En primer lugar, a través de un equipo bien capacitado y comprometido con su desarrollo, es posible brindar a los clientes una experiencia excepcional y acogedora con la empresa.

Después de todo, el equipo estará preparado para afrontar cualquier desafío, lo que dará como resultado una resolución eficiente del problema. Esto se consigue a través de una dedicación constante a la innovación y la mejora continua, en línea con los valores y la misión de la empresa. El compromiso con la excelencia se refleja no sólo en la satisfacción del cliente, sino que fortalece la marca en el competitivo mercado.

Potenciar la productividad

Cuando los empleados dominan completamente los procesos y las tareas diarias, el flujo de trabajo se vuelve más ágil y el esfuerzo requerido se reduce significativamente.

El desarrollo profesional actúa como un impulsor de la productividad, guiando cómo aplicar mejor las habilidades y conocimientos, además de descubrir métodos más eficientes para hacer las cosas.

Minimizar el retrabajo

El retrabajo es perjudicial tanto para la dirección como para los empleados, ya que puede desmotivar a los profesionales y afectar el rendimiento y los resultados. Además, el retrabajo conlleva costes adicionales y perjudica la percepción de la calidad del servicio prestado.

De esta forma, invirtiendo en la mejora profesional se pueden solucionar problemas derivados de la baja calidad y falta de dominio de las funciones o actividades realizadas. Esto conduce a una importante reducción, o incluso eliminación, del retrabajo, generando mayor eficiencia y satisfacción en el ambiente laboral.

¿Qué tipos de formación corporativa son los más aplicados?

Durante la Revolución Industrial, la formación se difundió ampliamente, siendo utilizada por las empresas para enseñar a sus empleados a manejar las máquinas, con el objetivo de producir en masa.

En ese momento, se decidió instruir y capacitar a los empleados, en lugar de buscar mano de obra altamente especializada. Sin embargo, hoy en día la formación y el desarrollo continuo se han convertido en una estrategia imprescindible en las organizaciones. Vale la pena conocer diferentes tipos de formación corporativa:

1. Mejora del comportamiento (soft skill)

Este tipo de formación tiene como objetivo mejorar las habilidades comportamentales de los empleados, centrándose en actitudes alineadas con los valores de la empresa.

Es crucial evitar problemas que puedan afectar el ambiente y el clima organizacional, como conflictos internos, mala comunicación o ausentismo. Ejemplos de este tipo de formación incluyen técnicas de oratoria, gestión del tiempo, motivación personal y profesional, inteligencia emocional, creatividad, innovación y gestión de crisis.

2.Incentivo y motivación.

La formación motivacional consiste en aplicar prácticas y técnicas que estimulen el compromiso y la motivación de los empleados de la empresa.

Este tipo de formación no se limita únicamente a recompensas económicas, sino que incluye otras formas de reconocimiento, por ejemplo, el uso de feedback, tertulias, conferencias y dinámicas de grupo. La ausencia de estos elementos puede generar problemas tanto de productividad como de alta rotación de empleados.

3. Desarrollo de habilidades técnicas (hard skill)

La formación técnica se centra en desarrollar las habilidades técnicas o hard skill necesarias para realizar las tareas diarias con mayor calidad. Esto puede implicar cursos profesionales, talleres, campamentos de entrenamiento y otras formas de educación, tanto formal como informal.

Incluso aprender a utilizar una nueva herramienta puede considerarse una gran mejora de habilidades.

4. Mejora del liderazgo

Para formar líderes efectivos, es fundamental abordar un conjunto de acciones que enfaticen, principalmente, el desarrollo desoft skills. Las habilidades relacionales, de comunicación y de escucha son esenciales para un líder exitoso.

Actualmente, muchas empresas forman y desarrollan internamente nuevos directivos, asegurando que estén alineados con los valores internos y sean capaces de alcanzar los resultados esperados.

5. Onboarding

El Onboarding es una forma de formación que prepara a los nuevos empleados para iniciar su andadura dentro de la empresa.

Al final, durante este proceso se transmiten los valores, misión y visión de la organización, además de todas las normas internas e información necesaria para desempeñar la función.

6. Entrenamiento corporativo

Con base en la evaluación de desempeño y el Plan de Desarrollo Individual (PDI), se realizan capacitaciones corporativas. Una vez identificadas las áreas que necesitan mejorar, se definen capacitaciones específicas para desarrollar las habilidades necesarias, alineándose con las demandas de cada empleado para mejorar la ejecución de sus actividades.

En definitiva, la formación y el desarrollo en las empresas han ido evolucionando a lo largo de los años, abarcando distintos tipos de formación, tanto para mejorar las habilidades comportamentales y técnicas como para fomentar el compromiso y el crecimiento de los empleados.

Estas iniciativas han demostrado ser esenciales para mejorar la eficiencia, la productividad y la retención del talento en el entorno corporativo.

¿Cuáles son los beneficios de la formación y el desarrollo en las empresas?

La formación y el desarrollo de los empleados es una estrategia esencial para el crecimiento y el éxito de las empresas en un mercado cada vez más competitivo.

Al final, esta práctica tiene como objetivo mejorar las habilidades y conocimientos de los empleados, aportando una serie de beneficios que impulsan el desempeño y la productividad organizacional. Ve a continuación los principales beneficios de esta estrategia:

Mayor satisfacción y compromiso de los empleados.

En primer lugar, la formación y el desarrollo contribuyen a aumentar la satisfacción y el compromiso de los empleados. Cuando los empleados perciben que la empresa invierte en su crecimiento profesional, se sienten valorados y motivados, lo que se traduce en un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo.

El compromiso también está directamente relacionado con la productividad, ya que los empleados comprometidos están más dedicados y dispuestos a lograr los objetivos de la empresa.

Retener el talento y reducir el turnover

Otro beneficio importante es la retención de talento y la reducción del turnover. Los empleados que tienen acceso a oportunidades de desarrollo y crecimiento tienen más probabilidades de permanecer en la empresa a largo plazo.

Después de todo, la rotación de empleados puede ser costosa y perjudicial para el lugar de trabajo, lo que hace que la inversión en formación sea una medida preventiva para retener talentos valiosos.

Mejorar la calidad y la eficiencia del trabajo

Mejorar la calidad y eficiencia del trabajo es otra ventaja innegable de la formación y el desarrollo en las empresas, ya que los empleados bien formados y cualificados son más competentes en sus funciones, realizando sus actividades con mayor precisión y agilidad.

Esto se traduce en una producción más eficiente, reducción de errores y mejora de los productos o servicios que ofrece la empresa, lo que aumenta su competitividad en el mercado.

Desarrollo de líderes internos y sucesión de roles.

El entrenamiento y el desarrollo permiten la formación de líderes internos y la preparación para la sucesión de cargos. Por lo tanto, al identificar empleados con potencial de liderazgo, la empresa puede invertir en programas específicos para desarrollar sus habilidades gerenciales y de liderazgo.

Todo esto crea una cultura de desarrollo interno, donde se incentiva a los empleados a crecer dentro de la organización, lo que también fortalece el sentimiento de pertenencia y lealtad.

Innovación y adaptación a los cambios del mercado.

Otra ventaja de la formación y el desarrollo es la capacidad de innovar y adaptarse a los cambios del mercado.

A través de la capacitación, los empleados pueden mantenerse actualizados con las últimas tendencias, tecnologías y prácticas de la industria. Esto permite a la empresa mantenerse ágil y preparada para afrontar los desafíos de un mercado en constante evolución.

También se puede animar a los empleados capacitados a pensar “fuera de la caja” y proponer soluciones innovadoras a los problemas, impulsando la competitividad de la empresa.

La formación y el desarrollo en las empresas son inversiones fundamentales que generan una serie de beneficios. Además de aumentar la satisfacción y el compromiso de los empleados, la práctica contribuye a retener el talento, mejorar la calidad y eficiencia del trabajo, desarrollar líderes internos y la capacidad de innovar y adaptarse.

Estos beneficios trabajan juntos para fortalecer la empresa, haciéndola más competitiva y exitosa en el mercado actual.

¿Cómo montar un programa de formación y desarrollo?

Paso 1: crear las metas

Al desarrollar un programa de capacitación y desarrollo, la tentación es comenzar a buscar herramientas, cursos de capacitación y cronogramas, pero resistirse y dar un paso atrás.

Piensa en las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles son los objetivos comerciales generales que tú y tu liderazgo están tratando de lograr?
  • ¿Cuáles son los pasos intermedios o hitos que conducen a estos objetivos?
  • ¿El plan estratégico de tu empresa implica fusiones o adquisiciones?
  • Necesitarás un plan para gestionar el cambio y compartir misión, visión y valores comunes.
  • Quizás haya un enfoque renovado en el servicio al cliente. ¿Cómo se extiende esto más allá de los trabajadores de primera línea?

Paso 2: Identificar habilidades

Las competencias son grupos de habilidades, comportamientos, conocimientos y aptitudes que afectan el éxito de los empleados y las organizaciones.

Algunos ejemplos de competencias son: servicio al cliente, visión para los negocios y creación de equipos eficaces. Una vez que hayas identificado las competencias que tu organización desea promover, será más fácil definir rutas de aprendizaje para los empleados que inculquen esas competencias.

¿Por qué competencias en lugar de, digamos, habilidades individuales o requisitos laborales? El aprendizaje basado en competencias es hoy uno de los pilares de las empresas más exitosas.

Paso 3: Realizar un análisis de brechas

Un análisis de brechas es simplemente un informe que muestra dónde se encuentran tus empleados hoy, en comparación con dónde tú deseas que estén en términos de sus competencias.

Es probable que ya tengas muchos datos e información para iniciar un análisis de deficiencias. Por ejemplo, es posible que los registros oficiales de recursos humanos ya contengan elementos como descripciones de trabajo estándar, evaluaciones de desempeño e incluso informes de accidentes y seguridad, así que comienza por ahí.

Quizás también tengas otras herramientas formales, como revisiones de empleados o evaluaciones de 360 ​​grados. De lo contrario, podría valer la pena invertir en algunos de ellos para poder obtener una visión clara y objetiva de su fuerza laboral.

Paso 4: entrevistar a los empleados

No hace falta decir que para que tu programa de desarrollo de empleados funcione, necesita hablar y escuchar a tus empleados.

Lo más importante es averiguar cuáles son sus metas dentro de la empresa, porque puede que tengas un empleado de TI, por ejemplo, que hace un gran trabajo y tiene una buena relación con el resto del equipo. Desde un punto de vista externo, parece ser el principal candidato para un ascenso a un puesto directivo.

¿Pero quiere ser gerente? ¿Qué pasa si está perfectamente feliz en su puesto actual y no tiene interés en liderar a otros? No importa cuánta capacitación tenga, obligar a alguien a asumir un nuevo rol puede generar resentimiento, hacer que fracase o abandone la empresa.

Paso 5: Ofrecer capacitación formal

Concluidas las etapas iniciales, llega el momento de centrarse en las deficiencias en las habilidades de los empleados, es decir, es necesario desarrollar un plan de formación estructurado, que designará cursos de formación personalizados para el equipo.

Como tal, estos cursos deben incluir no sólo habilidades específicas para el trabajo, sino también habilidades comerciales generales y capacitación en habilidades interpersonales. ¿Qué forma deberían adoptar estas sesiones formales de formación? Para muchas habilidades, los cursos cortos en vídeo en línea son adecuados.

Pueden ser vídeos listos para usar sobre temas comunes (cumplimiento, seguridad, habilidades de comunicación, etc.) o vídeos personalizados. Los mejores programas de formación tienden a utilizar el aprendizaje combinado, que utiliza sesiones dirigidas por un instructor y medios digitales/en línea.

Utilizando una metodología docente integrada, los cursos online pueden contribuir a optimizar el tiempo de los profesores, permitiéndoles dedicar las clases a actividades más enriquecedoras, como debates en equipo, prácticas interactivas o aclaración de dudas.

Etapas de entrenamiento y desarrollo

En primer lugar, vimos cuán esenciales son el desarrollo y la capacitación de los empleados para el crecimiento y el éxito de cualquier organización.

Por ello, a continuación abordaremos los principales pasos que intervienen en el proceso de formación y desarrollo de equipos, resaltando su importancia para mejorar las habilidades de los empleados y, en consecuencia, impulsar los resultados de la empresa.

1. Diagnóstico y planificación.

El primer paso es comprender qué habilidades y competencias se necesitan para lograr los objetivos de la organización. Esto implica evaluar la brecha entre las habilidades actuales de los empleados y las habilidades deseadas.

A partir de este análisis es posible definir los objetivos formativos que guiarán el proceso de desarrollo.

2. Diseño y desarrollo

En esta fase, se desarrollan contenidos y materiales de capacitación adecuados para satisfacer las necesidades identificadas.

Los métodos y formatos de capacitación se seleccionan en función de los objetivos y perfil de los participantes, es decir, esto puede incluir capacitación presencial, talleres, cursos en línea, conferencias y otros enfoques.

3. Implementación

Una vez definido el plan de formación, la etapa de implementación pone en práctica las actividades de formación.

En este momento, es fundamental garantizar que los empleados tengan acceso al entrenamiento, estén comprometidos y reciban el apoyo necesario para asimilar conocimientos. Además, es importante realizar un seguimiento del progreso de los participantes y brindar asistencia adicional cuando sea necesario.

4. Evaluación

La evaluación es un paso fundamental para medir la eficacia de la formación, por ejemplo, el feedback de los empleados, las evaluaciones del desempeño y los indicadores clave de desempeño (KPI).

Se utilizan para determinar si se lograron los objetivos de aprendizaje y si hubo un impacto positivo en el desempeño de los equipos y de la organización en su conjunto.

5. Mejora continua

A partir de los resultados de la evaluación se identifican áreas que requieren mejora en el programa de formación.

Se tienen en cuenta los comentarios de los participantes e instructores para realizar los ajustes necesarios con el fin de mejorar continuamente el proceso de desarrollo. Además, el enfoque de mejora continua garantiza que la formación siga siendo relevante y eficaz a lo largo del tiempo.

En resumen, un proceso estructurado que incluye diagnóstico, planificación, diseño, implementación, evaluación y mejora continua asegura que la inversión en desarrollo del personal esté bien dirigida y genere resultados significativos para la empresa.

¿Por qué invertir en entrenamiento y desarrollo?

La inversión en formación y desarrollo es una estrategia esencial para el crecimiento y éxito de cualquier empresa.

Valorar el capital humano es una de las principales razones para adoptar este enfoque, permitiendo así el desarrollo continuo de los empleados y la mejora de sus habilidades y competencias.

Inversión en capital humano

Al brindar oportunidades de capacitación y desarrollo, las organizaciones invierten en su mayor activo: su gente.

Después de todo, los empleados bien preparados están más comprometidos, son más productivos y están más motivados, lo que da como resultado una fuerza laboral altamente calificada y comprometida con el éxito de la empresa.

Alineación de los empleados con los objetivos y valores de la empresa.

La formación no sólo empodera a los empleados, sino que también los alinea con los objetivos y valores de la organización.

Esto crea una cultura de trabajo cohesiva en la que todos comprenden su contribución a los objetivos más amplios de la empresa, lo que aumenta la sinergia y la colaboración interna.

Mayor competitividad y adaptación a los cambios del mercado.

En un escenario de cambios rápidos y constantes, las empresas necesitan mantenerse actualizadas y competitivas.

De esta forma, la formación permite la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos que hacen que la empresa sea más adaptable a los cambios del mercado, manteniéndola por delante de la competencia.

Fortaleciendo la cultura organizacional y construyendo equipos de alto desempeño

Invertir en capacitación y desarrollo fortalece la cultura organizacional, ya que demuestra el compromiso de la empresa de apoyar el crecimiento de sus empleados.

En resumen, los equipos bien capacitados se desempeñan mejor, trabajan de manera más eficiente y logran resultados superiores.

Retorno positivo de la inversión

Las inversiones en entrenamiento y desarrollo generan retornos tangibles e intangibles. Además, la formación de los empleados se traduce en mejoras en las habilidades técnicas y comportamentales, lo que se refleja directamente en la calidad del trabajo y los resultados de la empresa.

En conclusión, la inversión en formación y desarrollo es fundamental para crear una plantilla altamente cualificada, alineada con los valores de la empresa y preparada para afrontar los retos del mercado.

Es decir, es un enfoque estratégico que impulsa la competitividad, fortalece la cultura organizacional y resulta en empleados más comprometidos y productivos, generando impactos positivos significativos en los resultados del negocio.

¿Cómo funciona T&D entre niveles jerárquicos?

El entrenamiento y el desarrollo (T&D) son elementos cruciales para el crecimiento y el éxito de las organizaciones, especialmente cuando se aplican estratégicamente y se adaptan a diferentes niveles jerárquicos.

Cada nivel exige enfoques específicos para satisfacer las necesidades y realidades de sus empleados. Por tanto, veamos cómo opera T&D entre niveles jerárquicos, destacando las principales razones que hacen que este proceso sea efectivo.

En diferentes niveles jerárquicos, los empleados tienen diferentes roles y responsabilidades. Por ello, T&D debe ofrecer la formación técnica adecuada para desarrollar habilidades específicas que sean esenciales para la ejecución eficiente del trabajo en cada puesto.

Desde habilidades operativas hasta competencias estratégicas, es crucial alinear el contenido de la capacitación con las necesidades de cada nivel.

Desarrollo de habilidades de liderazgo.

A medida que se asciende en la jerarquía organizacional, las habilidades de liderazgo se vuelven cada vez más importantes.

Como tal, la formación y el desarrollo deben centrarse en desarrollar habilidades de liderazgo como la comunicación eficaz, la toma de decisiones estratégicas, la gestión de equipos y la inteligencia emocional para que los líderes puedan inspirar, motivar y dirigir a sus equipos de forma eficaz.

Adaptación de programas de T&D

Cada nivel jerárquico tiene diferentes demandas y desafíos y, por lo tanto, los programas de T&D deben adaptarse para cumplir con estas especificidades.

Todo esto implica considerar el contexto, las habilidades existentes y los objetivos profesionales de los empleados en cada nivel, para hacer que la capacitación sea más relevante e impactante.

Promoviendo un ambiente de aprendizaje

El aprendizaje efectivo no solo ocurre a través de la capacitación formal, sino también a través del intercambio de conocimientos entre los empleados, ya que promover un ambiente que fomente la colaboración entre diferentes niveles jerárquicos crea oportunidades para compartir experiencias, mejores prácticas e ideas innovadoras.

En última instancia, esto aumenta la eficacia de la formación y el desarrollo al enriquecer la base de conocimientos de la organización en su conjunto. En conclusión, el funcionamiento de T&D entre niveles jerárquicos es fundamental para el crecimiento sostenible de una empresa.

Por tanto, al ofrecer formación técnica específica, desarrollar habilidades de liderazgo, adaptar los programas a las realidades de cada nivel y promover el intercambio de conocimientos, las organizaciones pueden optimizar el desempeño de los empleados y mejorar su competitividad en el mercado.

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