El mundo laboral es cada vez más competitivo y cada día aumentan las demandas y exigencias del día a día. En este escenario, el desgaste de los empleados va en aumento, toda vez que ellos se enfrentan a una presión creciente que puede derivar en agotamiento físico, mental y emocional.

Hoy queremos conversar sobre los síntomas del burnout laboral, el impacto en la vida de los trabajadores, cómo afecta negativamente a las empresas, y qué pueden hacer las organizaciones y los empleados para abordar y solucionar este problema de manera efectiva.

¿Qué es el burnout laboral?

Hablamos de burnout o desgate laboral para referirnos a un estado de agotamiento físico, mental y emocional de las personas con relación a sus tareas y ambiente de trabajo, muchas veces causada por una situación de estrés crónico que no se gestiona correctamente.

El desgate laboral afecta principalmente los individuos, que no se sienten realizados en su ambiente de trabajo sino desganados y faltos de motivación. Esto acarrea consecuencias como la reducción de su productividad, despersonalización, problemas mentales, deterioro de las relaciones laborales, entre otros.

Las organizaciones también son afectadas negativamente por esta situación, ya que influye en el cumplimiento de los objetivos de la empresa, genera ausentismo y puede incidir en el incremento de la rotación personal. En este último punto, y según datos de Deskbird, el desgaste laboral influye en casi el 50% de la rotación en las empresas.

Los síntomas del burnout laboral

El desgaste laboral tiene diferentes síntomas que impactan en varios aspectos de la vida de las personas en mayor o menor grado. Entre los síntomas más comunes tenemos:

Problemas físicos y mentales

El burnout laboral tiene un impacto negativo en la salud general de las personas. Los individuos pueden experimentar signos como:

  • Dolores de cabeza
  • Problemas gastrointestinales
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Otros trastornos relacionados con el estrés.

Agotamiento recurrente

Junto a los síntomas anteriores, una persona con burnout laboral sentirá fatiga de manera continua. Incluso, después de periodos de descanso, esta sensación puede persistir no solo a nivel físico, sino también mental y emocional.

Despersonalización

En el caso del burnout laboral, hablamos de despersonalización cuando nos referimos a una actitud cínica y distante hacia el entorno laboral, incluyendo aquí las tareas, procesos y personas que lo conforman.

La persona puede empezar a ser indiferente o insensible hacia los demás a razón de una pérdida de empatía y conexión emocional con ellos.

Trastornos del sueño

El estrés crónico que antecede al burnout laboral puede y suele interferir con la calidad del sueño, sea porque lleva a dificultades para dormir o porque incide en interrupciones durante la noche.

En ambos casos, el resultado es un agravamiento de los síntomas de agotamiento, pero también de la irritabilidad de la persona y su conducta en el entorno de trabajo.

Disminución del rendimiento laboral

Debido a todo lo anterior, el burnout puede conducir a una disminución significativa en la calidad y cantidad del trabajo realizado. La capacidad de concentración disminuye, y las tareas que antes eran manejables pueden volverse abrumadoras, o simplemente quedan sin realizar.

Factores de riesgo y causas del burnout laboral

Como ocurre con diferentes malestares de salud, el desgaste laboral es el resultado de varios factores relacionados, siendo ellos individuales, laborales y organizacionales. Podemos enlistar algunos de los más recurrentes.

Sobrecarga de trabajo

Tener una carga laboral excesiva con relación a los plazos de entrega, las capacidades de la persona y los deberes de su puesto, pueden aumentar el estrés y la presión, lo que contribuye al desarrollo del burnout.

Pérdida de control

La pérdida de control puede ocurrir por dinámicas y procesos de trabajo acelerados o donde la persona tiene poco o ningún poder de decisión. En este escenario, la falta de autonomía y control sobre las tareas del día a día pueden generar sentimientos de impotencia y frustración.

Ambiente laboral negativo

Podemos decir que un ambiente laboral es negativo cuando no hay apoyo, la comunicación es ineficiente y no existen procesos o estructuras que defiendan y promuevan el bienestar de las personas.

Si esto ocurre, el trabajador es más proclive a sentir indiferencia, insensibilidad y rechazo hacia el entorno.

Desalineación de valores

Cuando los valores de las personas no se alinean con los de la organización, se da lugar a una brecha entre el trabajador y la empresa, resultando en distanciamiento, indiferencia y falta de compromiso con los objetivos organizacionales.

Cómo las organizaciones y personas pueden prevenir el burnout laboral

Prevenir y gestionar los casos de burnout laboral es una responsabilidad compartida de las organizaciones y los empleados. Siendo así, estas son 7 estrategias que ambas partes pueden y deben impulsar desde sus espacios para evitar situaciones de desgaste laboral.

1. Autoconocimiento y autocuidado

Es fundamental que cada persona pueda reconocer y comprender sus propios límites, necesidades y prioridades de cara a su día a día.

Por su parte, el autocuidado, a través de actividades como ejercicio físico, alimentación saludable, recreación y tiempos de descanso, facilitará alcanzar un equilibrio saludable.

2. Establecer límites y prioridades

Aprender a decir “no” con asertividad y fijar límites y procedimientos claros en la gestión de responsabilidades ayuda mucho a evitar la sobrecarga laboral.

Para esto, una práctica recomendada es automatizar la coordinación de reuniones con un formulario para agendar citas, donde las personas puedan establecer qué día y hora les conviene reunirse y así ahorrarse horas y horas para fijar un momento adecuado para todos los participantes.

3. Impulsar el apoyo social y la comunicación efectiva

Por parte de las organizaciones, promover un ambiente de trabajo positivo con espíritu de colaboración, apoyo mutuo y comunicación abierta, ayudará a que las personas se sientan más cómodas y se relacionen sanamente entre sí.

4. Fomentar el desarrollo profesional y el crecimiento personal

Para evitar la sensación de estancamiento, es recomendable brindar activamente oportunidades de crecimiento profesional y crecimiento personal. Esto aumentará la motivación de las personas y su compromiso.

5. Flexibilidad laboral

La pandemia popularizó alternativas de trabajo menos rígidas que las tradicionales, como el trabajo remoto y los horarios flexibles. Desde entonces, muchos empleados han logrado equilibrar mejor sus responsabilidades personales con las laborales y viceversa, sintiéndose así menos estresados y agotados.

6. Establecer y difundir políticas y programas de bienestar

Los programas de asesoramiento, actividades de promoción de la salud y pausas regulares promueven el bienestar de los trabajadores y del entorno como un todo, por lo que ayudan a los empleados a manejar el estrés y prevenir el burnout.

7. Apoyo gerencial

Por último, es innegable el papel que los líderes y gerentes ejercen en las instituciones. Por ende, que ellos ofrezcan apoyo emocional, reconocimiento y retroalimentación constructiva ayuda los empleados a sentirse valorados y respaldados.

Prevenir los síntomas del burnout de manera temprana o atenderlos con prontitud cuando se manifiestan es fundamental para evitar su impacto negativo en la salud de las personas y, en consecuencia, en el desarrollo de la organización.

Esto se puede conseguir construyendo y promoviendo un entorno de trabajo seguro, cómodo y satisfactorio para todos, donde se impulse el autoconocimiento de los empleados, se establezcan estructuras claras que faciliten la priorización de tareas, se difundan políticas y programas de bienestar, entre otras medidas que garanticen una experiencia positiva de los empleados al momento de trabajar.

Autor: Diego Almao

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