Huye de los clichés y destaca entre los candidatos, transforma los defectos de una entrevista de trabajo en poderosas herramientas de desarrollo personal.

Para quienes buscan incorporarse al mercado laboral, y encontrarse en el mundo de los procesos de selección de empresas, existen numerosos retos que pueden ser decisivos a la hora de conseguir, o no, esa vacante tan ansiada.

Actualmente, las entrevistas adquieren cada vez más un carácter personal, en medio de la búsqueda de una gama de variadas fortalezas, formación académica y experiencia profesional, los reclutadores van más allá y quieren determinar el perfil psicosocial del candidato. Para ello, no escatiman esfuerzos en la búsqueda de los aspectos más íntimos del entrevistado, interesándose por su comportamiento, su estabilidad emocional, su capacidad de adaptación y resolución de conflictos, su capacidad de socialización, en definitiva, todas sus debilidades, todo aquello que caracteriza tu personalidad e influye en tu desempeño profesional en su conjunto.

Por eso, estar preparado para una entrevista de trabajo es una tarea compleja que requiere de muchos conocimientos por parte del candidato, sobre todo cuando aparecen estas preguntas inquietantes, “¿Cuáles son tus mayores defectos profesionales?”, “¿Cuáles identificas como tus puntos de mejora en el ambiente de trabajo?”, “Cite 3 defectos y 3 cualidades profesionales”. Y para que no te detengas o termines diciendo algo que deje una mala impresión en tu reclutador, mira algunos consejos sobre cómo abordar estos defectos de una manera directa, sencilla y que muestra un proceso de evolución personal.

Primero comprende cómo NO abordar tus defectos en los siguientes 4 tópicos:

No respondas con clichés

Más aún si los clichés son esas típicas cualidades disfrazadas de defectos, por ejemplo, “perfeccionista” y “workaholic”. Además de tener muchos gastos, todavía le dan un aire de superficialidad al individuo.

Sin mentir y sin esconderte

En una sociedad normalmente tan antidefectos, a veces es difícil hablar de ellos, pero es importante recordar que tu empleador no busca la perfección, sino la capacidad de adaptación y evolución. Por lo tanto, al decir la verdad demuestras madurez y autoconocimiento sobre tus puntos positivos y negativos, además de trabajar en una relación de confianza debido a tu honestidad.

Toma cuidado con el exceso de sinceridad

Toma cuidado con el exceso de sinceridad Cuando mencionamos un defecto en una entrevista de trabajo, el reclutador inmediatamente termina creando un escenario mental donde te inserta en la vacante y trata de visualizar cómo afectará el trabajo en el día a día, por lo que al exagerar un defecto podemos volverlo irremediable y contrario a los ideales y cultura de la empresa, que puede conducir a la descalificación del proceso de selección.

Un valor importante a la hora de destacar un punto negativo es demostrar que está bajo control, representando un reto, pero no un impedimento, y que se están realizando acciones contrarias encaminadas a mejorar o eliminar este punto.

Evite enfocarte en los defectos

Cita tus defectos con objetividad, sé sincero, pero conoce cómo seguir adelante. No dejes que toda la entrevista se centre en tus defectos, después de todo, estos son una pequeña parte de tu potencial profesional y no definen tu identidad por completo.

Ahora que sabes lo que no debes hacer, explora estos 4 consejos de oro que pueden ayudarte cuando se trata de obtener las respuestas de tu entrevista:

4 Tips para ayudarte a tener éxito en las respuestas:

1. Dedícate a un momento de autorreflexión

Incluso antes de realizar cualquier proceso de selección, debes conocerte como candidato y comprender quién eres en tu entorno profesional, cómo te comunicas, cómo te comportas, cuáles son tus habilidades, cualidades, defectos, valores y objetivos. De esta forma automáticamente transmites más confianza al entrevistador e incluso defines cómo quieres que te vean dentro del entorno laboral.

Un buen enfoque para obtener una autorreflexión más profunda es obtener feedbacks de antiguos líderes, compañeros de trabajo y amigos cercanos sobre su comportamiento profesional y social, muchas ideas pueden surgir de este tipo de comunicación y ayudar mucho en esta actividad.

2. Conoce la empresa y el puesto al que te postulas

Busca siempre la mayor información posible sobre la empresa y la vacante para la cual serás entrevistado, visualiza tus relaciones con esta empresa, observa tu networking en relación a esta vacante, de esta forma demuestras compromiso con el proceso de selección, entiendes mejor las expectativas de la vacante y el contexto general de la empresa. Esta encuesta informativa también te ayudará a determinar si eres una buena opción para esta oportunidad y si estás realmente interesado en ella.

3. Prepara tu habilidad de comunicación

Otro paso a dar antes de la entrevista está relacionado con un ejercicio de preparación, donde das lo practicado en el discurso, para evitar estancarte o tartamudear durante el proceso. También es en este punto que adquieres más confianza y puedes determinar algunos puntos importantes de interés para mencionarlos a medida que respondes las preguntas.

4. Relaciona tus defectos a un mensaje positivo sobre ti

Aquí determinas qué defectos mencionarás en tu entrevista y naturalmente hablas un poco de ellos en tu vida diaria, pero en lugar de quedarte ahí, los relacionas con tu proceso de crecimiento y aprendizaje, destacando cualidades sobre tu gestión personal. O sea, identificas un conjunto de acciones que realizas para reducir los efectos de este punto negativo en tu rutina y señalas ejemplos prácticos de mejora y desarrollo. Lo ideal es que seas honesto, menciones un defecto, pero demuestres que eres consciente de ello y que ya estás haciendo todo lo posible para mejorar en ese aspecto, por ejemplo: “Soy desorganizado, pero estoy tomando un curso de administración del tiempo y aprender a tomar notas y clasificar mis tareas según sus prioridades, haciéndolas más fáciles de realizar”.

Finalmente, enfatiza tu adaptabilidad y compromiso con la superación personal. Ambas habilidades están muy bien vistas dentro del entorno profesional e incluso deseadas.

Aquí hay una lista de ejemplos de los defectos de los que hablar en una entrevista de trabajo, para ilustrar la mejor manera de abordarlos y ayudarlo a prepararse aún mejor:

Ejemplos de defectos para hablar:

Miedo de hablar en público

Es bastante común, y por lo general no impide realizar tu trabajo, y muestra un gran punto de mejora. Demuestra lo que estás tratando de lograr con un curso de oratoria.

Demasiado sociable

Para trabajos que requieren que tengas un mayor nivel de interacción con los clientes, ser “hablador” puede no ser realmente un defecto, pero en situaciones donde se necesita atención y concentración, puede ser un desafío. Demostrar un tipo de gestión social, en el que solo participes en conversaciones cuando tengas descansos y tiempo libre.

Tener mala memoria

Es un defecto que se puede superar fácilmente si eres organizado, basta decir que eres una persona que anota todo tipo de información para no ser perjudicado por ella.

Dificultad para delegar

Puede ser un gran perjudicial en la búsqueda de posiciones de liderazgo, pero se sustenta en un ideal de centralización, donde confías más en tu competencia para realizar tareas. Indica un esfuerzo por formar a tu equipo de manera cercana, con más excelencia, y realizar un trabajo cada vez más relevante a las demandas delegadas, para que tus habilidades didácticas se destaquen.

Timidez

Pensando en carreras que requieren más sociabilidad y posiciones de liderazgo, la timidez puede convertirse en un grave defecto. Por lo tanto, habla sobre cómo estás tratando de ser más sociable, enfatizando que crees que la inclusión en un equipo es importante y proponiendo posibles ejercicios interactivos para mejorar la comunicación.

Impaciencia

Indeseable en situaciones de equipo, donde una demanda acaba dependiendo de la otra, o en puestos que exigen la formación de nuevos empleados. Sin embargo, puede remediarse indicando la búsqueda de métodos meditativos y enfatizando el respeto por el tiempo de los demás.

Desorganización o mala administración del tiempo

Un defecto relativamente común, pero que puede demostrar un esfuerzo muy positivo por mejorar.

Dificultad para lidiar con lo inesperado

Una forma de indicar ansiedad y resistencia al cambio, apunta a cierta inadecuación para puestos que impliquen toma de decisiones. Puedes sugerir que utilices cambios repentinos en tu rutina como el ejercicio para aumentar tu tolerancia y combatir este punto negativo.

Aún existen una infinidad de otros defectos que se pueden mencionar sin interferir negativamente con tus posibilidades de clasificación en un proceso de selección, pero siempre es bueno recordar que es necesario usar cierto sentido crítico al seleccionar un defecto para un proceso específico. Dependiendo de la vacante de que se trate, un defecto en particular puede tener un efecto negativo mayor o menor en el trabajo que se debe realizar, es interesante saber equilibrar estos dos factores, o realizar un análisis riguroso sobre tu capacidad para realizar ese trabajo. tarea eficientemente a pesar de cualquier punto negativo.

Listo, ahora estás más preparado para enfrentar cualquier proceso de selección y tienes todo para poder hablar de tus defectos con tranquilidad en la entrevista de trabajo, solo estructura tu currículo y postula a las vacantes que más te convengan. ¡Una abanico de oportunidades esperándote!

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